Filosofia Griega: Pitágoras y Platón


Filosofía Griega
Origen de la Filosofía - Presocráticos
Sofistas, Sócrates y platon


"Pitágoras fue el primero en tomar el nombre de "filósofo". Esto no implicaba sólo un nombre nuevo, sino que anticipó una enseñanza útil de la propia ocupación. dijo, en efecto, que el ingreso de los hombres en la vida se parece a la concurrencia masiva a las reuniones festivas. En efecto, así como allí andan por todos lados hombres que poseen diversos propósitos (uno, el que está apresurado por vender mercaderías con miras a un negocio ventajoso; otro, el que concurre para exhibir la fuerza de su cuerpo, en busca de honoores; hay incluso una tercera especie, la más libre, que se congrega con el fin de ver los lugares y obras artesanales más bella sy los hechos y palabras virtuosas, de las cuales suele haber muestras en las reuniones festivas), análogamente en la vida hombres muy diversos en sus esfuerzos se congregan en un mismo lugar: unos son presa de ansias de riquezas y bienes superfluos; otros, del deseo de dominio y mando, y son poseídos por el amor a la victoria y por la ambición desesperada. Y el más puro es ese tipo de hombre que se muesra en la contemplación de las cosas más bellas, al que corresponde el nombre de "filósofo"".
Jámblico, V. P. XX 58

PLATÓN  

Lo eterno y absoluto. Este es el tema que ocupó al gran discípulo de Sócrates. Platón (427-347 a. C.) sintió la fascinación por un tipo de realidad a la que desde lo mas íntimo de nuestro ser aspiramos. Profundamente insatisfechos en nuestra condición de "prisioneros de la caverna" aspiramos a otra vida más plena y afín a nuestro ser esencial. El mundo eterno de las Ideas será el fundamento objetivo, "alimento de las alas de nuestra alma", como nos dice Platón en Fedro, en el que nuestra Razón debe sustentarse para alcanzar los tres grandes propósitos de la vida: la Verdad, el Bien (que para Platón se cifra en el bien individual y social) y la Belleza.  
Recogiendo el testigo de Sócrates, y en clara oposición a los sofistas, Platón defiende en sus "Diálogos" una de las teorías filosóficas más completas e influyentes. Para destacar la importancia del maestro de Arístóteles, Whitehead afirmó que la filosofía occidental no es más que una serie de notas a pie de página de las obras de Platón. Este juicio es exagerado pero indica muy bien la extraordinaria importancia que tiene la filosofía de Platón  en la historia del pensamiento occidental. Con su estilo literario genial e inconfundible, nos ofrece Platón en sus "Diálogos" uno de los sistemas filosóficos más originales de la antiguedad; su influencia se puede rastrear en muchas de las filosofías posteriores y llega incluso hasta doctrinas tan importantes en el siglo XX como la fenomenología. 

Alma
Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena.
Al igual que todos los griegos, Platón, consideró que el alma es el principio que anima los cuerpos de los seres vivos, que les da vida y movimiento. Pero lo peculiar de su concepción se muestra en su visión del alma como principio de racionalidad y dotada de carácter divino. Para este autor el alma es la parte más excelente del hombre, gracias a ella podemos alcanzar la ciencia y realizar acciones buenas; el alma ―al menos la parte más excelente― nos vincula con el mundo divino y está dotada de un destino inmortal.

Alma Racional: Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena.
El "mito del carro alado" representa el alma racional con la metáfora del auriga. Es la parte más excelente del alma, se identifica con la razón y nos faculta para el conocimiento y la realización del bien y la justicia. Es un principio divino y dotado de inmortalidad. La sitúa en la cabeza (el cerebro).

Alma Irascible: Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor.
El "mito del carro alado" representa el alma irascible con la metáfora del caballo bueno y dócil a las instrucciones del auriga. Gracias a esta parte el auriga puede seguir a los dioses hacia el mundo de las Ideas y la contemplación de la Idea de Bien. En el alma irascible se encuentra la voluntad, el valor y la fortaleza. Platón no defiende con claridad ni su mortalidad ni su inmortalidad. La sitúa en el pecho (el corazón).

Alma Concupiscible
Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles.
En el "mito del carro alado", Platón representa el alma concupiscible con la metáfora del caballo malo, poco dócil y que dirige al carro hacia el mundo sensible. Es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles y los apetitos o deseos sensibles (deseos sexuales, apetitos por la comida, la fama, la riqueza...). Por estar tan íntimamente ligada al cuerpo se destruye cuando éste muere. La sitúa en el abdomen (hígado).

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