HISTORIA DE LA FILOSOFÍA – ORTEGA Y GASSET
José Ortega y Gasset (1883-1955): Razón y Vida. La vida
concreta de cada uno, dada en el tiempo, sin apoyos que trasciendan su
realidad, sin una guía preestablecida por nada ni nadie, es naufragio. Estamos anclados en nuestro
tiempo y lugar, en una circunstancia,
que a modo de perspectiva, nos
hace contemplar el mundo, la realidad, de un modo concreto y limitado, pero a
la vez insustituible y válido. Sin embargo, junto con esta dimensión de lo
temporal, concreto y frágil, que le acerca tanto a Nietzsche, Ortega encuentra
también la llamada de la razón, con su reclamación de objetividad y
universalidad, a la que tampoco quiere renunciar. Y así, en inestable
equilibrio, reivindica también su ejercicio, pero no el de la razón que
caracterizó a la filosofía moderna, matematizante, abstracta e impersonal, sino
de otra, la razón vital, que
pueda también acoger la vida. Y acogerla tanto por referirse expresamente a
ella para hacerla transparante -la razón
histórica- como por aplicarse la razón a lo que también es ingrediente
del vivir, la Naturaleza y la Realidad en su conjunto, y en ese afanarse, dirá
Ortega y Gasset, ofrecer sus logros de la ciencia y la cultura.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA – SARTRE
Jean-Paul Sartre (1905-1980)
quiere asumir hasta el final la muerte
de Dios anunciada por Nietzsche. Dios no existe, pero sin embargo no
todo está permitido. Vivimos en la contingencia
absoluta, la gratuidad
irremediable del existir. Pero este desamparo metafísico abre también la puerta
a una nueva dimensión del vivir humano que de otro modo quedaría oculto:
nuestra libertad. Paradójica
condena esta de tener en cada momento que elegir y disponer, desde la soledad
individual, de todos nuestros recursos para actuar, incluidos también nuestros
proyectos de vida fundamentales. En este gesto creador tenemos como límites únicamente
los que se refieren a su propia posibilidad; Sartre creerá que no es poco, pues
con ello cabe planificar una vida moral y política. Moral y política en tanto que establece el esquema de una vida auténtica, vida propia e
individual que, desde la responsabilidad
que sobreviene al saber que el proyecto vital elegido compromete también a la
comunidad, debe igualmente favorecer formas de organización social
fundamentadas en la libertad. El sujeto sartreano no es el como el cogito
de Descartes: ciertamente el cogito de Descartes es imprescindible para el
logro del conocimiento, pero olvida que es en la mirada del otro, que me puede acoger desde la hostilidad o desde
la aceptación, como podemos reconocernos y aprehendernos. Estos son los temas
fundamentales de Jean-Paul Sartre, uno de los representantes más importantes
del pensamiento existencialista
(y, según él mismo lo definió, humanista)
europeo.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA - KARL MARX
No existe Dios y existe el mal. Comprender la existiencia del mal, su expresión
psicológica (el sufrimiento) y su expresión social (la injusticia), y todo ello
desde la idea de que sólo existe lo finito, esta es la tarea de Karl Marx.
Desde su juventud, Marx creyó que la filosofía era imprescindible para ofrecer
un buen diagnóstico del mal humano y favorecer un tratamiento o cura del mismo.
Entenderá Marx que el sufrimiento humano, en lo fundamental, tiene causas
sociales, está ligado a la alienación, a la explotación economica que una clase
social infringe a otra. Naturalmente, dada esta comprensión del problema, la
cura vendrá con el cambio revolucionario de las relaciones económicas de la
propiedad. La filosofía debe ser práctica, dirá Marx, y colaborar en este afán
por la autodeterminación de las personas, por su libertad. Es pronto aún para
saber si a Marx le corresponde el mismo rango en la historia de la filosofía
que a Platón, Aristóteles, Descartes o Kant, pero no hay duda de que su
filosofía es imprescindible para comprender el pensamiento y las
transformaciones sociales y políticas del siglo XX.
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